DECÁLOGO
1- ACEPTA LA REALIDAD
No la niegues con
ilusiones vanas, ni la agrandes
con fantasías
catastróficas.
Esas son dos
tentaciones ante lo difícil
y doloroso de la
vida.
Dos tentaciones
paralizantes;
porque si nada malo
te desafía,
nada tienes que hacer
para encararlo,
y si lo que sucede es
tan tremendo,
ya no vale la pena
hacer nada…
2- SUFRE CON VALOR Y
REALISMO
No niegues ni calles
tu dolor y tu enojo,
ni aumentes tu
sufrimiento imaginando lo malo
que aún no sucedió y
tal vez nunca suceda.
La queja y el lamento
tienen su valor como desahogo…
¡ En su medida!
El dolor sano,
despierta tu capacidad de re-accionar,
y el enojo, la rabia,
surgen para que afrontes la dificultad…
3- VALORA LA
SITUACIÓN COMO UN DESAFÍO
Y UNA OPORTUNIDAD
No mires tus “tiempos
malos”, como una amenaza
que va a destruirte.
Míralos como un desafío
y una oportunidad
para crecer,
para que seas más y
mejor tú mismo.
4- APRENDE A PERDER
SIN PERDERTE TÚ MISMO
En la gran apuesta de
la vida, lo importante no es ganar
o perder cosas, sino
ganarte o perderte a ti mismo.
Perder “cosas”, “lo
que tienes”,
puede ser doloroso,
pero es una oportunidad
para que valores lo
que eres,
un desafío a que te
mires a ti mismo…
5- LUCHA CON VALENTÍA
Y CON INTELIGENCIA
Cuando los “ tiempos
son malos”, la reacción sana
está en que luches
para cambiar lo que se puede…
Ni rebelarte
encaprichado, ni resignarte resentido
porque no todo es
posible, te conducirá a salir ganando.
En la lucha creces tú
como persona,
aunque no logres el
objetivo de tu esfuerzo…
6- RECONOCE Y
AGRADECE LO QUE TIENES
Es de necio dejar de
ver, de valorar y de disfrutar
lo que se tiene, para
llorar y lamentar lo que no se tiene
o lo que se perdió.
Muchas veces nos hace
bien perder algo de lo que tenemos,
para valorar mejor lo
que somos y lo que aún nos queda…
7- MIRA A LOS OTROS Y
AMA A TUS HERMANOS
No dejes que el
dolor, te encierre en ti mismo.
Si miras a tu
alrededor, verás que honestas solo en el naufragio,
y comprenderás, que
ayudando a otros a salvarse,
tú también llegas
antes a la orilla.
No compares sólo
“para arriba”…,
compara “para abajo,
mirando a los que
tienen menos o perdieron más…
8- ESPERA CON
PACIENCIA Y CON ESPERANZA
No te impacientes
como un niño que lo quiere “ todo y ya”.
Aprende a postergar,
a contar con el tiempo.
Espera con paciencia.
Aprende a esperar con
esperanza.
Y la esperanza más
hermosa es la que nace
en las situaciones
más desesperantes.
La esperanza, hecha
carne en tu vida, te ayuda a vivir
de otra manera, a ser
de otro modo…
La esperanza como el
amor,
es un bien y un valor
en sí misma,
un bien de la
persona...
9- PERDONA, SI LOS
HAY, A LOS CULPABLES DE TUS MALES
No ganas nada, y
pierdes el tiempo, buscando culpables
de tus males, en
Dios, en los otros, en el destino.
El odio y el rencor
envenenan el alma y paralizan
tu capacidad creativa
para reaccionar sanamente
ante tus problemas,
disminuyendo tus energías
y haciendo que eludas
o postergues encarar
tu responsabilidad…
10- ORA A TU DIOS, SI
LO TIENES
Pero no lo hagas
infantilmente, pidiéndole que venga
en tu auxilio con un
milagro, revolviéndote
como a un niño los
problemas.
Pídeles, creyendo que
no viene como un mago, desde afuera,
sino que te sostiene
desde adentro,
para que te juegues
con responsabilidad ante la vida...
René Juan Trossero