viernes, 27 de noviembre de 2015

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Por amor al arte castillos en la arena Marindia, Uruguay

ERICH FROMM

23 de marzo de 1900, Fráncfort del Meno, Alemania
( 1900 - Muralto, 1980)

 Psicoanalista alemán. Del psicoanálisis parece apreciar sobre todo la crítica a la sociedad occidental, y del "primer Marx", el de los Manuscritos económicos-filosóficos del año 1884, el proyecto humanista. Estos intereses se remontan a su licenciatura en Sociología y Psicología, obtenida en Heidelberg en 1922. Al finalizar sus estudios, ingresó en el Instituto de Psicoanálisis de Berlín, pero permaneció al margen de la Asociación Internacional Freudiana. Trabajó con Horkheimer y Adorno en el Institut für Sozialforschung de Frankfurt. En 1934, emigró a América por cuestiones raciales, y vivió en Nueva York y en Cuernavaca (México

Requerido por las más prestigiosas universidades, (New School, Yale, Columbia), junto con K. Horney, H. S. Sullivan y A. Kardiner, dio vida a la llamada Escuela Neo-freudiana "culturista", la forma más importante de revisionismo del psicoanálisis surgida en Estados Unidos, y que fue rechazada por los ortodoxos y criticada por N. O. Brown, por dar una lectura parcial de los textos freudianos.

También lo fue por Marcuse, por el radicalismo con el que la génesis pulsional de los conflictos psíquicos, reivindicada por Freud, era sustituida por una génesis sociocultural. Marcuse lo acusó también por buscar soluciones dentro de la sociedad competitiva a la que, sin embargo, criticaba. A pesar de todo, algunas de las ideas de Erich Fromm (como el análisis de la "autoridad racional") sobrevivieron y ejercieron de manera indirecta, una influencia determinante.

En 1941 publicó El miedo a la libertad, y posteriormente, Man for Himself: an Enquiry into the Psychology of Ethics (1947), El lenguaje olvidado (1951), y un auténtico "best seller" internacional: El arte de amar (1956). Más tarde, publicó La misión de Sigmund Freud (1959), Marx's concept of Man (1961) y, en dura polémica con Konrad Lorenz, Anatomía de la destructividad humana (1975), a la que siguió ¿Tener o ser? (1976).

Erich Fromm perdió progresivamente el interés por la psicología clínica y por el rápido desarrollo técnico y teórico del psicoanálisis. Ignoró a autores como M. Klein y R. Money-Kyrle que, desde un punto de vista clínico, abordaron temas habituales en él, como la relación entre amor y odio, o naturaleza y cultura. Fromm no fue un psicoanalista convencional, sino más bien un agudo, aunque a veces sectario, psicólogo social o tal vez un librepensador, crítico de ideologías políticas, religiosas y terapéuticas, y un valiente investigador e innovador. Como ejemplo basta citar su Budismo zen y psicoanálisis (1960), escrito en colaboración con D. Suzuki y R. de Martino.

Se le considera, junto a Karen Horney y Harry S. Sullivan, entre otros, iniciador de la escuela culturalista psicoanalítica estadounidense, cuya metodología busca resolver la neurosis del hombre moderno, que, según Fromm, radica en el distanciamiento existente entre las estructuras sociales y el individuo, anteponiendo una planificación humanista de la vida frente a las teorías del consumo y del rendimiento económico.

Sus intereses se centraron en la definición de una nueva "ciencia del hombre", capaz de orientar la formación de una personalidad equilibrada dentro del caos cultural, la violencia y la soledad que constituyen las perversiones del totalitarismo en la sociedad contemporánea. Entre los principios inspiradores de esta crítica al mundo actual se encuentran la obra de Marx y la de Freud, a las que añadió más adelante la influencia del budismo zen, al considerar Fromm como digna de aprecio su noción de "iluminación" entendida como desarrollo de la cualidades intuitivas del hombre.


En efecto, no puede decirse que Fromm sea marxista ni freudiano: de Marx y de Freud recoge en particular los elementos críticos y liberadores, abriendo una perspectiva que puede definirse como existencialista o idealista con un notable acento místico. Contra el determinismo económico, Fromm basa su análisis de la sociedad en el concepto de inconsciente social, que representa la parte socialmente reprimida de la psique universal. La realización del amor, de la justicia y de la libertad se conseguirá cuando se satisfagan de manera correcta las necesidades radicales del hombre: la exigencia de relaciones espontáneas, una dimensión trascendente y creativa, una plena expresión de la individualidad, una fe capaz de orientar los comportamientos, una fraternidad universal.

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viernes, 20 de noviembre de 2015
























  ANTONIO MACHADO

(Sevilla, 1875 - Collioure, 1939) Poeta español. Aunque influido por el modernismo y el simbolismo, su obra es expresión lírica del ideario de la Generación del 98. Hijo del folclorista Antonio Machado y Álvarez y hermano menor del también poeta Manuel Machado, pasó su infancia en Sevilla y en 1883 se instaló con su familia en Madrid.

Se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos madrileños. En 1899, durante un primer viaje a París, trabajó en la editorial Garnier, y posteriormente regresó a la capital francesa, donde entabló amistad con R. Darío. De vuelta a España frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán y M. de Unamuno.

En 1907 obtuvo la cátedra de francés en el instituto de Soria, cuidad en la que dos años después contrajo matrimonio con Leonor Izquierdo. En 1910 le fue concedida una pensión para estudiar filología en París durante un año, estancia que aprovechó para asistir a los cursos de filosofía de H. Bergson y Bédier en el College de France. Tras la muerte de su esposa, en 1912, pasó al instituto de Baeza.

Doctorado en filosofía y letras (1918), desempeñó su cátedra en Segovia y en 1928 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Al comenzar la Guerra Civil se encontraba en Madrid, desde donde se trasladó con su madre y otros familiares al pueblo valenciano de Rocafort y luego a Barcelona. En enero de 1939 emprendió camino al exilio, pero la muerte lo sorprendió en el pueblecito francés de Colliure.

Los textos iniciales de Machado, comentarios de sucesos y crónicas costumbristas escritos en colaboración con su hermano y firmados con el seudónimo Tablante de Ricamonte, aparecieron en La Caricatura en 1893. Sus primeros poemas se publicaron en Electra, Helios y otras revistas modernistas, movimiento con el que Machado se sentía identificado cuando comenzó su labor literaria.

No obstante, aunque las composiciones incluidas en Soledades (1903) revelaron la influencia del modernismo, el autor se distanció de la imaginería decorativa de la escuela rubeniana para profundizar en la expresión de emociones auténticas, a menudo plasmadas a través de un sobrio simbolismo. En su siguiente libro, Soledades, galerías y otros poemas (1907), reedición y ampliación del anterior, se hizo más evidente el tono melancólico e intimista, el uso del humor como elemento distanciador y, sobre todo, la intención de captar la fluidez del tiempo.

Al igual que Unamuno, Machado consideró que su misión era "eternizar lo momentáneo", capturar la "onda fugitiva" y transformar el poema en "palabra en el tiempo". En los años posteriores se acentuó su meditación sobre lo pasajero y lo eterno en Campos de Castilla (1912), pero no por medio de la autocontemplación, sino que dirigió la mirada hacia el exterior, y observó con ojos despiertos el paisaje castellano y los hombres que lo habitaban. Una emoción austera y grave recorre los poemas de este libro, que evoca la trágica España negra tan criticada por la Generación del 98 desde una perspectiva regeneracionista, al tiempo que se describe con hondo patriotismo la decadencia y ruina de las viejas ciudades castellanas.

En su siguiente volumen de poemas, Nuevas canciones (1924), el autor intensificó tanto su enfoque reflexivo como la línea sentenciosa de los "Proverbios y cantares" incluidos en el libro anterior. Esta tendencia filosófica se manifestó entre 1912 y 1925, etapa en la que Machado redactó una serie de apuntes que verían la luz póstumamente con el título de Los complementarios (1971).

En este cuaderno, miscelánea de lecturas, esbozos y reflexiones cotidianas, aparecieron por primera vez sus heterónimos, el filósofo y poeta Abel Martín y su discípulo, el pensador escéptico Juan de Mairena. Ambos son personajes imaginarios que permitieron expresar al creador sus ideas sobre cultura, arte, sociedad, política, literatura y filosofía, especialmente en el libro Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo (1936).


Paralelamente, en las ediciones de Poesías completas de 1928 y 1933 se decanta una lírica de tema amoroso y erótico inspirada por la que fue, tras la muerte de su esposa, su gran pasión en la vida real, Pilar de Valderrama, llamada Guiomar en dichos versos. Ya durante la contienda civil Machado escribió algunos poemas y varios textos en prosa, parte de los cuales fueron recogidos en La guerra (1937). Se trata de escritos testimoniales, plenamente incardinados en las circunstancias históricas del momento.