jueves, 13 de agosto de 2015






 DIONISIO DIAZ


Dionisio Díaz (1920 - 1929) Protagonista de una de las historias populares más increíbles de la narración uruguaya. Nació el 9 de mayo de 1920 en el pequeño poblado de Arroyo de Oro (hoy Mendizábal) en el departamento de Treinta y Tres, Uruguay. Vivía con su madre, su abuelo y su pequeña hermana a la que él adoraba. Poseían una pequeña granja en la que trabajaban y con ella sobrevivían. La tragedia aconteció en la medianoche del día de cumpleaños de Dionisio, el 9 de mayo de 1929, cuando su abuelo, sumido en un ataque de locura, apuñaló a su madre. Cuando Dionisio se enteró, ésta ya estaba muerta. Fue entonces por su hermanita, la cual dormía plácidamente en su cuna. Cuando la tomó, su abuelo le dio una puñalada tan grande que literalmente le atravesó el abdomen. Se ocultó de su abuelo, cubrió su gravísima herida con sábanas, esperó por horas una ocasión propicia y caminó 9 kilómetros hasta el entonces Poblado del Oro, donde dejó a su hermanita en un destacamento policial. Lo vio el médico local que ordenó su internación inmediata en el hospital departamental de Treinta y Tres. Al otro día un coche particular que pasaba por el lugar se ofreció a llevarlo. Al llegar al hospital, Dionisio fallece. Su tragedia es evocada como un verdadero ejemplo de estoicismo y lucha ante la adversidad. Se le conoce también como el "héroe del Arroyo de Oro".







miércoles, 12 de agosto de 2015

Ser feliz depende de uno mismo

Durante un seminario para matrimonios, le preguntaron a una mujer:
-Te hace feliz tu esposo? ¿Verdaderamente te hace feliz?
En ese momento el esposo levantó ligeramente el cuello en señal de seguridad, sabía que su esposa diría que sí, pues ella jamás se había quejado durante su matrimonio.
Sin embargo la esposa respondió con un rotundo
- 'No... no me hace feliz'
Y ante el asombro del esposo... continuó:
-No me hace feliz... ¡Yo soy feliz!
El que yo sea feliz o no, eso no depende de el, sino de mí.
Yo soy la única persona, de quien depende, mi felicidad.
Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de alguna persona, cosa... o circunstancia sobre la faz de esta tierra,
yo estaría en serios problemas.
Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente. El ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable.
A través de toda mi vida, he aprendido algo;
decido ser feliz y lo demás lo llamo 'experiencias':
amar,
perdonar,
ayudar,
comprender,
aceptar,
escuchar,
consolar.
Hay gente que dice:
- No puedo ser feliz... porque estoy enferma, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró...
Pero lo que no sabes es que PUEDES SER FELIZ
aunque... estés enfermo,
aunque...haga calor,
aunque...no tengas dinero,
aunque...alguien te haya insultado,
aunque...alguien no te amó ,
o no te haya valorado .
La vida es como andar en bicicleta... te caes, sólo si dejas de pedalear.
Empieza tu día con una sonrisa y no permitas que nada ni nadie la borre de tu rostro.


SER FELIZ ES UNA ACTITUD!



Esta escultura en medio de una carretera en Colombia. La artista se llama Fernanda Monsalve Dubian Torres


DESEMBOCADURA DEL ARROYO PANDO -NEPTUNIA - CANELONES-URUGUAY. ASÍ SE ENCUENTRA LA PLAYA LUEGO DE LA TORMENTA...CUBIERTA DE CAMALOTES.

lunes, 10 de agosto de 2015

DESEMBOCADURA DEL ARROYO PANDO -NEPTUNIA - 

CANELONES-URUGUAY. ASÍ SE ENCUENTRA LA PLAYA

LUEGO 

DE LA TORMENTA...CUBIERTA DE CAMALOTES.









IDEA VILARIÑO

(Montevideo, 1920 - 2009) Poetisa uruguaya. Su poesía recibe un doble -y complementario- impulso de creación: de un lado la muerte y, de otro, el amor. De su obra destacan La suplicante (1945), Paraíso perdido (1949) y Nocturnos (1955; ed. aumentada en 1976). Tras su recopilación Poesía (1970), publicó, con prólogo de Mario Benedetti, Poesías de amor (1972). De su labor crítica destaca Las letras de tango (1965).

Profesora y catedrática de letras, Idea Vilariño fundó junto a Manuel Claps y Emir Rodríguez Monegal la revista Número, que dirigió entre 1949 y 1955, y escribió trabajos especializados sobre la poesía de Machado, Herrera y Reissig y otros. Ejerció asimismo la crítica literaria en revistas nacionales y extranjeras, como Clinamen, Marcha y Brecha, entre las primeras; y Plural, Texto Crítico y Casa de las Américas entre las segundas.

Su obra, de singular sensibilidad, tiene como ejes temáticos el amor, la soledad y la muerte. El núcleo central de su poesía está en la lúcida certeza del sin sentido de la vida, de la presencia de la muerte desde el instante en que se empieza a vivir. Los versos de Vilariño, notables por su autenticidad, tienen puntos de contacto con las letras del tango, que la propia autora estudió. En 1945 publicó su primer poemario, La suplicante, cuyo despojado lirismo, carente de toda retórica, sería una contribución esencial para la superación de la herencia modernista en la poesía uruguaya.


Con Cielo, cielo (1947) se lanzó a una experimentación cercana a la estética vanguardista, con un mayor hermetismo y ruptura de la sintaxis. Posteriormente publicó Paraíso perdido (1949), Por aire sucio (1950), Nocturnos (1955), Poemas de amor (1958), Pobre mundo (1966) y No (1980). En 2003 publicó la antología En lo más implacable de la noche, por la que en 2005 obtuvo el premio de poesía José Lezama Lima concedido por Casa de las Américas (Cuba). En su labor crítica atendió fundamentalmente a la problemática del ritmo en la poesía, como en sus libros La rima en Herrera y Reissig (1955) y Conocimiento de Darío (1988), y al análisis de la poética popular rioplatense (Las letras de tango, 1965).



domingo, 9 de agosto de 2015

GRACIAS POR TU VISITA



TE DESEO LO SUFICIENTE
     
Hace poco tiempo cuando estaba en el aeropuerto escuché por casualidad a una madre e hija que se
estaban despidiendo. Cuando anunciaron la partida del vuelo ellas se abrazaron y la madre dijo:
- "Te amo y te deseo lo suficiente".
La hija respondió:
- "Madre, nuestra vida juntas ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que he necesitado.
También te deseo lo suficiente". Ellas se saludaron con un beso y la hija partió.
La madre pasó muy cerca de donde yo estaba sentada y noté que ella necesitaba llorar.
Traté de no observarla para no invadir su privacidad, pero ella se dirigió hacia mí y me preguntó:
- "Alguna vez se ha despedido de alguien sabiendo que era para siempre?".
- Sí, lo he hecho - respondí. Perdón por preguntar - contesté -, pero ¿por qué esta despedida es para
siempre?
- Yo soy una mujer vieja y ella vive muy lejos de aquí. La realidad es que su próximo viaje será para mi
funeral, dijo.
- Cuando se despidió de ella escuché que le dijo "te deseo lo suficiente". ¿A qué se refiere?
Comenzó a sonreír. Eso es un deseo que hemos transmitido de generación en generación. Mis padres
solían decirlo. Ella hizo una pausa y miró hacia arriba como si tratara de recordarlo en detalle, luego
sonrió aún más.
- Cuando decimos "Te deseo lo suficiente", deseamos que la otra persona tenga una vida llena de sólo lo suficientemente bueno para vivir.
Entonces, dirigiéndose hacia mí, ella compartió lo siguiente como si lo estuviera recitando de memoria:
"Te deseo que tengas suficiente sol para mantener tu espíritu brillante",
"Te deseo suficiente lluvia para que aprecies aún más el sol" ,
"Te deseo suficiente felicidad para que tu alma esté viva"
"Te deseo suficiente dolor para que las pequeñas alegrías de la vida parezcan más grandes"
"Te deseo que tengas suficientes ganancias que satisfagan tus necesidades"
"Te deseo suficientes pérdidas para que aprecies todo lo que posees."
"Te deseo suficientes bienvenidas para que logres soportar las despedidas".
Luego ella comenzó a llorar y se alejó.
Se dice que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora en apreciarla, un día para amarla, pero una vida para olvidarla.
Toma el tiempo necesario para vivir. A todos mis amigos y seres queridos,


LES DESEO LO SUFICIENTE!!!

NO TE MUERAS CON TUS MUERTOS

¿Sabes que, cuando lloras a tus muertos, lloras por ti y no por ellos?

Lloras porque los perdiste, porque no los tienes a tu lado, porque si todo concluye con la muerte, tus muertos ya no están, ni siquiera para sufrir por haber muerto; si la vida continúa más allá de la muerte, ¿Por qué apenarte por tus muertos?

Cuando hayas terminado de aceptar que tu muertos se murieron, dejarás de llorarlos y los recuperarás en el recuerdo para que te sigan acompañando con la alegría de todo lo vivido…

No te mueras con tus muertos, recuerda que donde ardió el fuego del amor y la vida, debajo de las cenizas muertas, quedan las brasas esperando el soplo para hacerse las llamas.

Si dices, que sin tus muertos no podrás seguir viviendo, no digas que porque los amabas tanto, sino por cuanto los necesitabas, (y no es lo mismo amar que necesitar).

Si lo aceptas así tal vez descubras para tu crecimiento que tu vida consiste en ser tu vida… ¡Y no la de los otros!

No frenes tus lágrimas cuando llegan, ni fuerces el llanto cuando se aleja no dejes de llorar, porque alguien lo reprueba, ni te obligues a llorar porque sino: “¿Qué dirán los otros?”
Respeta tu dolor, y tu manera de expresarlo.

No te mueras con tus muertos; ¡déjalos partir, como parten las golondrinas en otoño, para anidar en otros climas y volver más numerosas y crecidas, en otra primavera!

Las lágrimas que ocultas el dolor que escondes y la protesta que callas, no desaparecen:

Quedan al acecho del momento en el que puedan estallar. Y es mejor que lo vivas todo en su tiempo y en su hora.

Es común que las personas guarden buena cantidad de culpas para reprocharse ante sus muertos. ¡No lo hagas contigo!

Tus muertos no ganan nada, con tus insomnios de remordimientos.

Ámalos ahora; recuérdalos con amor, y, quizás, si ganen algo….
Como otro nacimiento….

Tú y yo solo vemos una cara de la muerte, la del otro lado se nos escapa.
Si desde el seno de tu madre hubieras visto nacer un hermano, creo que lo hubieras llorado como muerto, hasta nacer tu y reencontrarlo.

¿Qué sentirías si miraras la muerte como otro nacimiento?….

A la hora de cosechar…
Tus muertos no están en el cementerio.
Nunca estuvieron ahí, salvo cuando estaban vivos

¿Me preguntas dónde están…?

No puedo responder por ti.
Yo sé donde están “para mi” los míos; pregúntate tu a ti mismo donde crees que están “para ti” los tuyos.

El cementerio es como un surco donde se arrojan las semillas.

Ningún sembrador vuelve a remover la tierra para buscar las semillas ya sembradas; regresa al campo a la hora de cosechar espigas.


Autor: Rene J. Trossero

miércoles, 5 de agosto de 2015







LA HISTORIA DE ANA FRANK

Ana Frank es una niña judía que, durante le Segunda Guerra Mundial, tiene que esconderse para escapar a la persecución de los nazis. Junto con otras siete personas permanece escondida en la «casa de atrás» del edificio situado en el canal Prinsengracht n° 263, en Ámsterdam. Después de más de dos años de haber estado ocultos, los escondidos son descubiertos y deportados a campos de concentración. De los ocho escondidos, solo el padre de Ana, Otto Frank, sobrevive a la guerra. Después de su muerte, Ana se hace mundialmente famosa gracias al diario que escribió durante el tiempo en que estuvo escondida.


Ana Frank nace el 12 de junio 1929 en la ciudad alemana de Fráncfort del Meno, donde la familia de su padre lleva viviendo varias generaciones. Margot, hermana mayor de Ana, es tres años mayor que esta. La crisis económica, el surgimiento de Hitler y el creciente sentimiento antisemita en la sociedad ponen fin a la tranquila vida de la familia. Otto Frank y Edith, su esposa, deciden – como muchos otros judíos – dejar Alemania.

 Otto puede montar una empresa en Ámsterdam; la familia encuentra una vivienda en la plaza Merwedeplein. Las niñas van a la escuela, Otto trabaja duro en su fábrica y Edith se ocupa del gobierno del hogar. Cuando la amenaza de la guerra en Europa aumenta, Otto intenta emigrar con su familia a Inglaterra o a los Estados Unidos, pero dichos intentos fracasan. El 1 de septiembre de 1939, Alemania invade Polonia. Este es el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Por poco tiempo se piensa que los Países Bajos no se verán comprometidos en la guerra; sin embargo, el 10 de mayo de 1940, tropas alemanas invaden el país. Cinco días más tarde, los Países Bajos se rinden y el país es ocupado por los alemanes. Poco después, los ocupantes imponen medidas antijudías. Los judíos tienen prohibida la presencia en cada vez más sitios, Ana y Margot tienen que concurrir a una escuela exclusiva para judíos y Otto pierde su empresa.

Cuando fracasa un nuevo intento para emigrar a los Estados Unidos, Otto y Edith Frank deciden esconderse. En la «casa de atrás» del edificio donde funciona su fábrica, Otto prepara un recinto donde esconderse. Para ello, recibe la ayuda de Hermann van Pels – su empleado judío – y de sus empleados Johannes Kleiman y Víctor Kugler.

El 5 de julio de 1942 llega una citación por correo para Margot Frank: tiene que presentarse en un campo de trabajo en Alemania. Inmediatamente, al día siguiente, la familia Frank pasa a la clandestinidad. Una semana más tarde se agrega la familia Van Pels y, en noviembre de 1942, llega el octavo escondido: el dentista Fritz Pfeffer. Durante más de dos años permanecen escondidos en la Casa de Atrás.

Los escondidos no tienen que hacer ruido, sienten miedo con frecuencia y, bien o mal, tienen que pasar el tiempo juntos. Reciben ayuda de los empleados de oficina Johannes Kleiman, Víctor Kugler, Miep Gies en Bep Voskuijl, de Jan Gies, esposo de Miep, y de Johannes Voskuijl, jefe de almacén y padre de Bep. Estos ayudantes no solo proporcionan comida, ropa y libros a los escondidos, sino que también son su contacto con el mundo exterior.


Poco antes de tener que esconderse, Ana recibe un diario personal como regalo de cumpleaños, en el que comienza inmediatamente a escribir. Durante el periodo en que estuvo escondida, Ana escribe sobre lo que ocurre en la Casa de Atrás y sobre sí misma. El diario es un gran apoyo para Ana, quien también escribe en él cuentos cortos y colecciona citas de escritores en su «Libro de Frases Bonitas»

Cuando el ministro de educación neerlandés hace un llamamiento – a través de la radio inglesa – a conservar los diarios escritos durante la guerra, Ana decide elaborar el texto de su diario para convertirlo en una novela a la que llamará «La Casa de Atrás». Ana comienza con la reescritura, pero, antes de terminar es descubierta junto con los demás escondidos, y arrestada.

El 4 de agosto de 1944, los escondidos son arrestados, junto con los ayudantes Johannes Kleiman y Victor Kugler. Pasando por oficina central del Servicio de Seguridad alemán, la prisión y el campo transitorio de Westerbork [provincia de Drenthe, Países Bajos], los escondidos son deportados a Auschwitz. Los dos ayudantes antedichos son enviados al campo de Amersfoort [Países Bajos]. Johannes Kleiman es liberado poco después de su detención, Víctor Kugler consigue escapar del campo unos seis meses después de haber sido internado en él. Inmediatamente después de la detención, Miep Gies y Bep Voskuijl rescatan las hojas del diario de Ana, que han quedado en la Casa de Atrás. Pese a profundas investigaciones, hasta ahora no ha quedado claro cómo fue descubierto el escondite.

Otto Frank es el único de los ocho escondidos que sobrevive a la guerra. Durante su largo viaje de regreso a los Países Bajos es informado de que Edith, su esposa, ha muerto. Aún no sabe nada sobre sus hijas, y abriga esperanzas de poderlas volver a ver con vida. A principios de junio llega a Ámsterdam. Se dirige directamente a la casa de Jan y Miep Gies, con quienes vivirá durante siete años. Otto Frank intenta dar con sus hijas, pero, en el mes de julio, recibe la noticia de que ambas han muerto en el campo de concentración de Bergen-Belsen, a causa de enfermedades y penurias. Miep Gies le entrega entonces las hojas del diario de Ana. Otto lee el diario y encuentra en él a una Ana muy distinta de la que conocía. Está muy impresionado.

 Ana escribió en su diario que, más tarde, quería ser escritora o periodista, y que quería editar su diario en forma de novela. Amigos de Otto convencen a este de la gran elocuencia del diario. El 25 de junio se edita el diario bajo el título de «La Casa de Atrás», en una tirada de 3.000 ejemplares. Le seguirían muchas reimpresiones, traducciones, una pieza teatral y una película.


Personas de todo el mundo toman conocimiento de la historia de Ana Frank. Durante los años siguientes, Otto Frank contesta miles de cartas enviadas por gente que ha leído el diario de su hija. En 1960, la Casa de Ana Frank se convierte en museo. Otto Frank permaneció vinculado a la Fundación Ana Frank y bregó por los derechos humanos y el respeto entre las personas hasta su muerte, en 1980.



BELLEZA





Delmira Agustini

(1887/10/24 - 1914/07/06

 Escritora uruguaya

Nació el 24 de octubre de 1887 en Montevideo, en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Uno de sus abuelos era francés, otro era alemán y sus dos abuelas uruguayas. A los cinco años sabía leer y escribir correctamente, a los diez componía versos.

Cursó estudios de francés, música y pintura con maestros privados y envió colaboraciones en prosa a la revista La Alborada que se publicaba por entonces en la capital.

Autora de una obra poética que contó con la aprobación elogiosa de sus contemporáneos. En El libro blanco (Frágil) de 1907 el primero y más extenso de sus poemarios publicados, ya aparecen poemas que sorprenden por su madurez. Otros títulos de Agustini son Cantos de la mañana (1910); Los cálices vacíos (1914) y el publicado tras su muerte, El rosario de Eros (1924). Todos ellos recogidos en Poesías Completas.

Tras dejar a su antiguo novio, Amancio Sollers, y después de un largo noviazgo con Enrique Job Reyes, un negociante de ganado caballar, contrae matrimonio en el 14 de Agosto de 1913 (entre los testigos de la boda se distinguen Juan Zorrilla de San Martín y Manuel Ugarte, de quien Demira se había enamorado poco antes de casarse y a quien unos meses después ella le diría que "él había sido el tormento de su noche de bodas"). Antes de cumplirse mes y medio de celebrada la boda, abandona a su marido y entabla demanda de divorcio.

De inmediato mantiene correspondencia amorosa, con el escritor argentino Manuel Ugarte. Su ex-marido (pues se les había concedido el divorcio, el 5 de junio de 1914), da muerte a Delmira en Montevideo el 6 de julio de 1914, de dos balazos en la cabeza (o según otros a puñaladas), y de inmediato se suicida pegándose un tiro.

Obras

El libro blanco — (1907)
Cantos de la mañana — (1910)
Los cálices vacíos — (1913)
El rosario de eros — (1924, póstuma)
Los astros del abismo — (1924, póstuma)
Correspondencia sexual — (1969, póstuma)

Intima

Yo te diré los sueños de mi vida
en lo más hondo de la noche azul...
Mi alma desnuda temblará en tus manos,
sobre tus hombros pesará mi cruz.

Las cumbres de la vida son tan solas,
¡tan solas y tan frías! Yo encerré
mis ansias en mi misma, y toda entera
como una torre de marfil me alcé.

Hoy abriré a tu alma el gran misterio;
ella es capaz de penetrar en mí.
En el silencio hay vértigos de abismos:
yo vacilaba, me sostengo en ti.

Muero de ensueños; beberé en tus fuentes
puras y frescas la verdad; yo sé
que está en el fondo magno de tu pecho
el manantial que vencerá mi sed.

Y sé que en nuestras vidas se produjo
el milagro inefable del reflejo...
En el silencio de la noche mi alma
llega a la tuya como un gran espejo.

¡Imagina el amor que habré soñado
en la tumba glacial de mi silencio!
Más grande que la vida, más que el sueño,
bajo el azur sin fin se sintió preso.

Imagina mi amor, mi amor que quiere
vida imposible, vida sobrehumana,
tú sabes que si pesan, si consumen
alma y sueños de olimpo en carne humana.

Y cuando frente al alma que sentía
poco el azur para bañar sus alas
como un gran horizonte aurisolado
o una playa de luz, se abrió tu alma:

¡Imagina! ¡Estrechar, vivo, radiante
el imposible! ¡La ilusión vivida!
Bendije a dios, al sol, la flor, el aire
¡la vida toda porque tu eras vida!

Si con angustia yo compre esta dicha,
¡bendito el llanto que manchó mis ojos!

¡Todas las llagas del pasado ríen
al sol naciente por sus labios rojos!

¡Ah! tú sabrás mi amor; mas vamos lejos,
a través de la noche florecida;
acá lo humano asusta, acá se oye,
se ve, se siente sin cesar la vida.

Vamos más lejos en la noche, vamos
donde ni un eco repercuta en mí,
como una flor nocturna allá en la sombra

me abriré dulcemente para ti.