viernes, 23 de agosto de 2019





Irineo Leguisamo

 Fue un jockey uruguayo, conocido como el pulpo, el eximio o el maestro.
Compitió durante más de 57 años en hipódromos de Uruguay y Argentina. Está considerado el jinete más importante de la hípicasudamericana del siglo XX.

De origen humilde, Leguisamo nació en el pueblo de Arerunguá, en el departamento de Salto, en el noroeste de Uruguay, cuyo nombre en idioma guaraní significa lugar de los que perduran.
 Fue conocido como el refugio de Artigas durante la guerra de independencia, y constituyó el último refugio de los indígenas charrúas.

Durante su infancia, Leguisamo se dedicó a trabajar en labores agrícolas para ayudar a su madre y sus hermanas desde los 9 años, tras el fallecimiento de su padre, y aprendió a montar siendo aún niño. A la edad de 13 años, y con 35 kilogramos de peso, corrió su primera carrera como aprendiz en el Hipódromo de Salto, montando a la yegua Mentirosa, resultando vencedor.
 Posteriormente consiguió nuevas victorias, lo cual le permitió correr en Uruguayana, en Brasildonde volvió a demostrar sus virtudes logrando nuevos triunfos. De vuelta de Brasil, en 1919, su antiguo patrón lo llevó a correr al Hipódromo de Maroñasen las cercanías de Montevideo, perdiendo sus primeras carreras.
 Al no conseguir montas, —a su preparador le habían quitado la licencia— partió a buscar suerte al Hipódromo de Florida (actualmente llamado Irineo Leguisamo), donde consiguió numerosos triunfos desde su primera carrera, lo cual le valió volver a correr en Maroñas.
Luego de consagrarse como uno de los mejores jinetes aprendices de Maroñas, Francisco Maschio lo llevó a correr en Argentina 1922, debutando en el Hipódromo de Palermo el 15 de agosto, perdiendo con la yegua Mina de Plata. Cinco días más tarde lograría su primer triunfo en tierras argentinas montando a Caid del Stud Atahualpa, que perteneció a la legendaria Juana Mautone («La Dama del Turf»), ganando el Gran Premio de Honor en el Hipódromo de Palermo.






JAIME ROOS

Jaime Andrés Roos Alejandro

Los tambores que recorren el Barrio Sur, lo que transmite la radio, la música de los tablados del carnaval, los Beatles y el rock han sido algunas de las influencias que asimiló para luego plasmar una música con personalidad y sello propio que le ha valido el éxito con el que cuenta en su país, y que se extendió a nivel internacional.

 Estas características hacen que sea uno de los cantantes uruguayos más populares, con gran venta de discos, y conciertos con entradas agotadas. Vivió desde chico en un departamento sobre la calle Convención a metros de Durazno, esquina que inmortalizó en una de sus canciones más conocidas, «Durazno y Convención».

Su música fusiona rockcandombemilongatango y murga, interpretando el sonido de Montevideo.
 Es reconocido hincha de Defensor Sporting, a cuyo primer campeonato dedicara otro de sus temas más conocidos, «Cometa de La Farola». Entre sus éxitos caben de mencionar «Brindis por Pierrot», «Amándote» y «Si me voy antes que vos».

miércoles, 21 de agosto de 2019







Laura Canoura
Con más de treinta y cinco años de trayectoria artística es una de las principales solistas femeninas de ese país.

Comenzó su carrera musical como integrante del grupo Rumbo en plena dictadura cívico-militar uruguaya, al que le siguió el trío Las Tres.

Rápidamente cobró popularidad y a principios de la década del 90 inició su carrera como solista.

 Desde entonces ha lanzado cerca de veinte álbumes, ha ganado numerosos premios (entre ellos el primer Disco de Platino obtenido por una cantante mujer en Uruguay), ha participado en obras musicales y programas de televisión, siendo una de las figuras más reconocidas de su país.

martes, 20 de agosto de 2019





JULIO SOSA
Julio María Sosa Venturini          2 de febrero de 1926
Las Piedras, Canelones, Uruguay
Muere       26 de noviembre de 1964
Buenos Aires, Argentina   
Cantante
Información artística
Otros nombres El Varón del Tango
Sus comienzos profesionales fueron como vocalista en la orquesta de Carlos Gilardoni en la ciudad de La Paz. Se fue a Buenos Aires en 1949. Llegó a triunfar en el Río de la Plata, siendo considerado uno de los cantores de tango más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Durante sus 15 años de trayectoria en Argentina, Sosa fue cantor de tres orquestas. La primera, Francini-Pontier (1949-1953), con la que realizó 15 grabaciones en RCA Victor, entre ellas Por seguidora y por fiel, Dicen que dicen, Viejo smoking y El hijo triste (única grabación a dúo de su discografía, junto a Alberto Podestá); la segunda, la de Francisco Rotundo (1953-1955), con el que grabó 12 temas en el sello Pampa, entre ellos Justo el 31, Mala suerte, Secreto, Yo soy aquel muchacho y Bien bohemio; y la tercera, la de Armando Pontier (1955-1960), ya desvinculado de Francini.
 En esta etapa Sosa grabó en total 33 registros, 8 de ellos para RCA Victor (1955-1957) y los 23 restantes en el sello CBS Columbia (1957-1960). Algunos temas destacados son: Tiempos viejos, Araca París, Cambalache, Al mundo le falta un tornillo, Padrino pelao, Tengo miedo, Margo, El rosal de los cerros, Brindis de sangre y Azabache. A comienzos de 1960, desvinculado de la orquesta de Armando Pontier y decidido a encarar la etapa solista, convoca al bandoneonista Leopoldo Federico como marco instrumental para sus interpretaciones.
 Con la orquesta de Federico comienza un ciclo de destacadas grabaciones, confirmando su gran éxito y aceptación del público. Versiones de los tangos Nada, Qué falta que me hacés, En esta tarde gris y su recitado de La cumparsita sobre versos del poeta Celedonio Flores (grabado en dos ocasiones: 1961 y 1964) son algunos de los grandes sucesos de este período. En 1962 acompañado por el conjunto de guitarras dirigido por Héctor Arbelo en 1962 grabó para la discográfica Columbia doce piezas de música criolla.4​ Con la orquesta de Leopoldo Federico permanecerá hasta su muerte.
La única película en la que participó fue Buenas noches, Buenos Aires, un filme musical dirigido en 1964 por Hugo del Carril. Fue bautizado por el periodista Ricardo Gaspari como «El Varón del Tango», llamándose así también su primer disco de larga duración. Leopoldo Federico hizo que el cantor se volviera famoso a través de sus composiciones.
Camino de Villa del Parque,[cita requerida] chocó a considerable velocidad contra el semáforo de Avenida Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla (ciudad de Buenos Aires, Argentina) el 26 de noviembre de 1964.6​ El auto pasó sobre el monolito que resguardaba el semáforo (que quedó quebrado) y paró contra el Arzobispado Ortodoxo, 50 metros más allá.

Fue internado en el hospital Fernández y trasladado al sanatorio Anchorena, a las 7 AM. Tenía hundimiento de 4 costillas, lesión grave en el pulmón izquierdo y conmoción cerebral. Por la tarde lo operaron dos veces para liberar un pulmón de la presión de dos costillasSu esposa, Susana Merighi, afirmó tiempo después que el coche de su marido había sido embestido por otro vehículo antes de chocar con el semáforo, dicha declaración tuvo como base un peritaje mecánico y dio lugar a un nuevo sumario caratulado como "Homicidio Culposo".
El sepelio se realizó primero en el Salón La Argentina, pero la cantidad de público, hizo que se lo trasladara al Luna Park, de donde el cortejo partió a las 16 del 27 a pie por Avenida Corrientes para llegar a Chacarita a las 22.10 bajo una lluvia torrencial. Los efectivos policiales tuvieron que impedir la entrada del tumultuoso público a quien arrojaron bombas de gases. Ya cerrado, tuvieron que enterrarlo en la mañana del 28.
Irónicamente horas antes del accidente había participado en un programa televisivo donde interpretó el tango La gayola, interpretada muchos años antes por Carlos Gardel. En su última estrofa el tango decía:
"Estoy contento que la dicha a vos te sobre, voy al campo a laburarla, juntaré unos cuantos cobres pa' que no me falten flores cuando este dentro del cajón".
Hoy sus restos están en el Cementerio de Las Piedras, Canelones, Uruguay.










Rosa Luna
Nombre de nacimiento Rosa Amelia Luna
28 de mayo de 1937
Montevideo Uruguay
Falleció 13 de junio de 1993  (56 años) Canadá
Lugar de sepultura Cementerio del Norte de Montevideo Uruguay
Bailarina y vedett
Nació en el Conventillo Mediomundo, sitio emblemático de la comunidad afrodescendiente del Uruguay.
 Fue un ícono del carnaval uruguayo, y una vedette que se imponía por su fuerte personalidad y su exuberante figura. Fue también coreógrafa.
Hija natural, negra y pobre, Rosa trabajó de doméstica desde niña, sufrió maltratos de su padrastro, explotación de sus patrones y discriminación. Se vinculó al carnaval y debutó en la comparsa Granaderos del Amor.
 Llena de vitalidad y alegría pasaba las noches bailando candombe. Formó parte de casi todas las comparsas: Zorro Negro, Morenada, Serenata Africana, Fantasía Negra, entre otras, siempre como bailarina principal: era la vedette. Su temprana muerte, cuando estaba de gira por Canadá, sorprendió a la opinión pública y privó al Desfile de Llamadas -máxima fiesta de la raza negra-de una presencia imposible de sustituir.
Rosa se convirtió en la atracción de los desfiles de Carnaval y de las Llamadas, que se iniciaron en 1956.
 En sus espectáculos bailaba, cantaba y actuaba. Valiente y muy decidida se convirtió en coreógrafa dirigiendo ella misma sus propias comparsas, diseñaba y confeccionaba su vestuario y sus plumas.
 A partir de la década de 1960 se convirtió en la máxima figura femenina, rivalizando con la hasta entonces imbatible Martha Gularte.
 A los 42 años encontró el amor de su vida, Raúl, un joven casi veinte años menor y con quien adoptó un niño, Rulito.
 Formó la Tribu de Rosa Luna, un conjunto musical con el que realizaba presentaciones en diversos sitios.
 Escribió su autobiografía "Sin tanga y sin tongo" donde expuso sus dificultades y las de su comunidad, habló de su país y de sus sueños.
 Escribió canciones que grabó con su voz y luego interpretaron otros, como Ruben Rada y Horacio Guarany. En el carnaval, en la década de 1960 fue la máxima figura femenina, rivalizando con otra vedette sensacional, Martha Gularte. Rosa hizo giras artísticas por Europa, Australia y Estados Unidos, haciendo conocer el ritmo del candombe.
 Recibió numerosos premios.
Tenía una columna semanal en el diario La República, donde expresaba su preocupación por la comunidad negra, por la condición de la mujer y por la injusticia social. Como militante social fue Presidenta de la Organización Mundo Afro desde sus inicios, en 1988, para promover la cultura afro y trabajar por los derechos de los negros y de las mujeres.
 Muchos artistas le dedicaron temas: Jaime Roos, El Sabalero, Los Olimareños. Era conocida como Reina Africana, Vedette del Asfalto, Alma del Carnaval, Eva de ébano. En 1993 estando en una gira por Canadá, le sorprendió la muerte. Sus restos están en el panteón de AGADU, en el Cementerio del Norte de Montevideo.
El Conventillo Medio Mundo fue demolido por la dictadura militar el 3 de diciembre de 1978, tras el desalojo forzado de sus habitantes. Desde el año 2006, el día 3 de diciembre fue declarado, por la ley No. 18.059 como "Día nacional del candombe, la cultura afrouruguaya y la equidad racial", y el candombe como patrimonio cultural del Uruguay.

jueves, 30 de mayo de 2019


Decir adiós
Quizá para mi forma de ver la vida, decir adiós no es una frase, implica el abandonar una parte de tu vida para comenzar una nueva. El dejar no solo a la persona de quien te despides sino todo lo que te ata a ella, no significa olvidarla, al contrario, pero sin dolor.
Para decirle adiós a una persona primero debes estar completamente seguro de que quieres que salga de tu vida, de que tú te diriges hacia un camino donde no hay cabida para los dos; pero sobre todo debes asegurarte de que esa despedida es para los dos el capítulo final de un libro lleno de recuerdos felices que llevarán toda su vida.
Si no puedes convencerte de esto, es inútil que le digas adiós a esa persona que quieres, porque esto dejará de ser un hecho, para convertirse en una frase fría y vacía que al contrario de hacerte más fuerte, te desgarra el alma al repetirte cada día, que habría pasado si en vez de abandonar a ese alguien hubieses luchado por él y esa es una duda que con el tiempo se convierte en frustración, en un capitulo vació que te esforzarás por borrar y tanto será tu esfuerzo que lo recordarás aún más.
Dicen muchos escritores que recordar es volver a vivir y el volver a vivir un capitulo triste de tu vida te hará temer cada día más en volver a equivocarte con alguien.
Todo en esta vida es pasajero, pero no es fácil dejar que la vida pase frente a tus ojos sin que tú sepas que las estas desperdiciando en cosas inertes que solo te hacen creer que eres feliz sin preguntarte si lo eres.
Porque a veces vivimos tan esforzados por encontrar la gran felicidad que nos olvidamos de esas pequeñas alegrías que le dan sentido a nuestras vidas.
Estas seguro de que el decirle adiós a esa persona que quieres es un hecho que te conlleva a ser una persona feliz, realizada y sobre todo consciente de vivir su vida plenamente y que el día de mañana recordarás a esa persona y no te atormentará.
¿Qué hubiese pasado si…?
Analízate y cuestiona antes de tomar una decisión, porque esto te ayudará a crecer como ser humano hoy y para siempre.   
                                                                  

martes, 21 de mayo de 2019






Adriana Savio Corvino  GRACIAS AMIGA  

"A todos nos abandonaron un día.
Y cuando digo abandonar, no me refiero sólo a un acto extraordinario.
Traumático.
No.
Es más simple. 
Pero duele igual.
A todos nos abandonaron en el medio de un quilombo.
En el inicio de un proyecto.
En el placer del logro cumplido.
En el momento menos pensado.
En el momento más esperado.
A veces pasa, que te das vuelta y no tenés quien te junte los mocos, quien te dé la palmada en la espalda, quien te guiñe el ojo cuando algo te salió bien y quien te limpie las rodillas cuando te fuiste al pasto.
Todos sabemos de la soledad que se siente cuando nos sentimos solos.
Porque todos fuimos abandonados un día.
Y entonces, encontramos un secreto tristísimo, un acto paliativo, para tapar ese pozo.
Vemos gente que se come la angustia tragándose un paquete de cigarrillos,
el otro que corre y corre como un loco a ver si el viento en la cara le vuela ese agujero en el pecho.
Personas que se comen las uñas junto con los nervios y la ansiedad paralizante.
Paquetes de galletitas que van a parar a la boca sin noción de que lo que se intenta matar, no es el hambre.
O por lo menos , no ese.
Pibes que se perforan la nariz y las venas, con alguna que otra cosa que lo pase a otra realidad por un par de horas.
El otro se pone a jugar lo que no tiene.
Vos comprarás compulsivamente cosas que no necesitás, para sentirte un poco vivo por un instante.
Y yo me quedaré mirando una película, que me habilita disimuladamente a llorar mirando afuera, lo que no tengo ganas de mirar adentro.
Es que somos tan jodidos con nosotros mismos que cuando peor estamos, es cuando más nos castigamos.
Porque todo eso que te comés, te come a vos.
Te pone peor.
Te suma al abandono, la culpa de hacer algo que sabés que no es genuino.
Que no es lo que querés.
No comés así por hambre.
No corrés por deporte, cuando te estás rajando de vos.
No te intoxicas por placer.
No te acostás con esa mina por amor.
Tapas.
Escondes.
Tirás abajo de la alfombra.
Cerrás los ojos.
Te ponés un bozal y un par de auriculares para no escuchar tu corazón.
Date cuenta.
Te estás comiendo a vos.
Y quizá, el secreto esté en frenar.
En sentir.
En recordar, que en ese abandono lo que te falta, es lo que tenés que buscar...
Amor.
Quizá sea hora de pedir ese abrazo.
De acostarte en las rodillas de tu mamá.
De poner la pava y llamar diciendo, sí, te juro que te necesito.
Es ahora.
Después no.
Ahora.
Andá a esa casa.
Hablá con quién te escucha.
Llorá.
Gritá.
Decí.
Vomita.
Pedí.
Da.
Ahora.
Hacer malabares, en medio del despelote, no tiene más que un resultado despelotado. Resultado que no va a curar la herida que te sangra, porque le estás metiendo una curita.
Y las curitas no curan.
Las curitas tapan.
Y vos sabés muy bien que el dolor tapado no es dolor sanado.
Pará un poquito.
Mirá en el espejo de tu alma.
Frená.
Mirá lo que te falta y salí a buscarlo en dónde creas que lo puedas encontrar. De verdad.
No revolotees como mosca en platos vacíos.
Pedí lo que necesitás si ves que solo no podés.
Porque no hay peor abandono que el que se hace a uno mismo.
Con eso no se juega.
No tenés derecho.”
-Gabriel Rolón-